Adolescentes
La adolescencia es la etapa intermedia entre la infancia y la vida adulta. Es una fase compleja, caracterizada por cambios físicos, emocionales y psicológicos que van a tener un impacto en el desarrollo de la personalidad del menor.
En la adolescencia, los menores van desarrollando y modificando su esquema de valores, experimentan cambios fisiológicos y psicológicos y la relación con los iguales adquiere un mayor valor para el desarrollo de su identidad. Además, es una etapa donde sus necesidades cambian y pueden necesitarnos para aprender a regularse emocionalmente, para desarrollar habilidades de autocontrol, y para aprender a cuidarse y protegerse (por ejemplo, en la sexualidad, con las tecnologías).
Las dificultades para conciliar adecuadamente vida familiar y laboral pueden llevar a los padres a no estar tan pendientes de sus hijos/as adolescentes porque entienden que ya están preparados para funcionar de manera autónoma y con responsabilidad. ¡No nos confundamos! No podemos olvidar que en esta fase se van a dar cambios en la vida de los menores que pueden generarles ciertas dificultades de adaptación, y por ello, a los adultos nos toca favorecer su toma de decisiones e independencia, pero sin olvidar que paradójicamente, en esta etapa seguimos siendo figuras de referencia para ellos. Los límites coherentes y consistentes siguen siendo conceptos claves que hay que seguir aplicando para ayudarles a regularse y a asumir consecuencias.
Las principales dificultades que nos podemos encontrar en esta etapa son las siguientes:
- Problemas de agresividad y aceptación de límites.
- Consumo de sustancias (por ejemplo alcohol, cannabis…)
- Adicción a las nuevas tecnologías (ej. Móvil, redes sociales, aparatos informáticos)
- Prácticas sexuales no responsables (sin medidas de protección, uso de la sexualidad de manera inadecuada)
- Problemas de autoestima y baja seguridad personal
- Trastornos de la alimentación (ej. Anorexia, bulimia, obesidad)
- Trastornos de ansiedad (fobias, obsesiones, crisis de angustia…)
- Depresión.
- Problemas de sueño (insomnio, dificultades para conciliar el sueño, despertares tempranos…)
- Acoso escolar (bulling, ciberbulling)